**FEINMANN SACADÍSIMO POR LA MARCHA CONTRA MILEI EN EL CONGRESO**
En un giro explosivo de los acontecimientos, el Congreso argentino se convirtió en un escenario de caos y confrontación durante la marcha contra Javier Milei. Siete detenidos y al menos siete heridos son el saldo de una jornada marcada por la tensión y la resistencia a la autoridad. Los manifestantes, en su intento de cortar las avenidas Rivadavia y 9 de Julio, fueron reprimidos por la policía, desatando un enfrentamiento que refleja la creciente polarización política en el país.
Los reportes indican que entre los detenidos no hay jubilados, lo que sugiere que la movilización está compuesta principalmente por jóvenes y grupos afines a organizaciones sociales, impulsados por la desesperación ante la inminente elección. “Buscan sangre, buscan heridos”, afirmaron testigos, enfatizando la violencia que ha marcado esta protesta. Los manifestantes, en su mayoría, parecen no estar dispuestos a esperar más, clamando por cambios inmediatos en un contexto de creciente frustración social.
La situación se agrava con la presencia de banderas que defienden causas controversiales, lo que intensifica el clima de conflicto. A medida que se acercan las elecciones, las tensiones aumentan y la posibilidad de más enfrentamientos se cierne sobre el ambiente político argentino. La pregunta que resuena es: ¿cuánto más se intensificará esta lucha por el poder antes de que se celebren las urnas?
El impacto de estos eventos no solo se siente en las calles, sino que también reverbera en los medios, donde se cuestiona la legitimidad de los actores involucrados. La polarización está en su punto máximo, y la posibilidad de un estallido social es más real que nunca. La Argentina se encuentra en un momento crítico, y todos los ojos están puestos en el Congreso, donde la lucha por el futuro del país se libra con cada marcha y cada detención.