A sus 55 años, Lilibeth Morillo ha decidido romper su silencio sobre su complicada relación con su padre, el famoso cantante venezolano José Luis Rodríguez, conocido como El Puma. En una reciente entrevista con el programa argentino “Intrusos”, Lilibeth reveló que no ha tenido contacto con su padre en 14 años, y que su último encuentro fue tan breve que, sin embargo, la inspiró a escribir una nueva canción.
La relación entre Lilibeth, su hermana Liliana, y El Puma ha sido tensa y prácticamente inexistente desde su divorcio con Lila Morillo en 1986. A lo largo de los años, ambas hijas han expresado su dolor y confusión por la decisión de su padre de distanciarse. Lilibeth recordó un mensaje impactante que recibió de él, en el que anunciaba su retiro, lo que resultó ser un alejamiento de sus vidas.
La artista, que ha tenido una exitosa carrera como actriz y cantante, canalizó sus sentimientos hacia su padre en su canción “Malo”, que escribió junto a Liliana. Esta emotiva canción es un reflejo de su relación rota y captura la esencia de su dolor. Lilibeth confesó que, a pesar de los años de silencio, todavía siente amor por su padre, aunque no comprende su ausencia.
En medio de este tumulto familiar, la madre de Lilibeth, Lila Morillo, ha manifestado su deseo de reconciliación, asegurando que sus hijas han hecho esfuerzos para acercarse a El Puma. Sin embargo, la comunicación sigue siendo escasa y la herida, profunda.
El Puma, por su parte, ha mantenido una postura ambigua sobre la situación, manifestando en entrevistas que no alberga resentimientos hacia sus hijas y dejando abierta la posibilidad de una futura reconciliación. Sin embargo, sus recientes declaraciones han generado más confusión y dolor en la familia.
Lilibeth, al compartir su historia, ha abierto un diálogo sobre las complejidades del amor, el perdón y las dinámicas familiares, capturando la atención del público y dejando a muchos reflexionando sobre sus propias relaciones. Su valentía al hablar de su verdad ha resonado en los corazones de muchos, convirtiéndola en un símbolo de resiliencia y autenticidad en el mundo del entretenimiento.