La música regional mexicana ha sido testigo de la brillantez y el legado de varias dinastías, entre las que destacan los Reina, con Cornelio Reina y su hijo Cornelio Jr. Su trágica muerte, ocurrida a la misma edad de 50 años, ha dejado una profunda huella en el corazón de sus admiradores y en la historia musical del país.
Cornelio Reina nació en Parras, Coahuila, de orígenes humildes. Desde joven, su pasión por la música lo llevó a Monterrey, donde trabajó en una fábrica de ladrillos mientras perfeccionaba su talento musical. A los 16 años, comenzó a tocar el bajo 𝓈ℯ𝓍to, instrumento que se convertiría en emblemático de su carrera. Junto a Juan Peña, formó el Dúo Carta Blanca, ganando popularidad en el norte de México y el sur de Texas. Posteriormente, se unió a Ramón Ayala, formando Los Relámpagos del Norte y produciendo éxitos que marcaron una época.
A lo largo de su carrera, Cornelio dejó un legado significativo en la música norteña y mariachi, con canciones que perduran hasta hoy. Su muerte en 1997, debido a complicaciones de una úlcera estomacal, fue un duro golpe para la comunidad musical. A pesar de que su fama había disminuido, su legado fue honrado en la Plaza Garibaldi y en su ciudad natal, Reynosa, donde se le rindió homenaje ante una multitud.
Su hijo, Cornelio Reina Jr., también siguió sus pasos en la música, pero su vida se apagó trágicamente en 2011 por problemas respiratorios. Sin embargo, su dedicación por preservar el legado de su padre lo llevó a producir varios álbumes y a participar en eventos musicales, manteniendo viva la esencia de la familia Reina.
El legado musical de Cornelio Reina y su hijo sigue resonando en la comunidad, y su historia se convierte en un recordatorio del impacto que la música puede tener en la vida de las personas. La familia Reina, con su compromiso y amor por la música, continúa inspirando a nuevas generaciones, asegurando que su influencia perdure en el tiempo.