ARQUEÓLOGOS DE MOLA (MUSEO DE ARQUEOLOGÍA DE LONDRES) HAN EXCAVADO UN PROTOTIPO DE CATAPULTA EXPERIMENTAL DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN HARWELL EN OXFORDSHIRE, INGLATERRA.
El sistema, denominado Catapulta Mark III del Royal Aircraft Establishment (RAE), fue desarrollado para catapultar rápidamente aviones bombarderos al aire sobre pistas más cortas.
Construida entre 1938 y 1940 en Harwell, Oxfordshire, la catapulta tenía una plataforma giratoria para guiar a los aviones hacia una de las dos pistas cortas de hormigón, cada una de las cuales medía apenas 82 metros de longitud. Para iniciar el lanzamiento, el avión se conectó a un ariete neumático subterráneo mediante un gancho de remolque.
Debajo de la plataforma giratoria, se desplegaron una docena de motores aeronáuticos Rolls-Royce Kestrel para presurizar el aire a 2000 psi, que se canalizó hacia un ariete neumático que hizo que se extendiera rápidamente a lo largo de la pista guiada. El resultado fue una acción de catapulta literal que impulsó grandes aviones bombarderos por el aire.
El prototipo encontró varios problemas de diseño, como el desgaste del motor y un desajuste de diseño con los aviones bombarderos previstos. Posteriormente, el proyecto fue abandonado y en 1941 se rellenó la estructura y se construyó una pista convencional en el extremo del brazo sur del sistema de catapulta.
En preparación para el desarrollo del terreno, los arqueólogos de MOLA llevaron a cabo un estudio detallado de la reliquia de la Segunda Guerra Mundial y recrearon fielmente una réplica digital en 3D de los restos.
Susan Porter, responsable del proyecto MOLA, dice: “Esta fascinante estructura nos recuerda la rápida experimentación e innovación de los años de entreguerras y la Segunda Guerra Mundial. Fundamentalmente, registrar la ubicación y la apariencia de cada centímetro significa que la catapulta se conserva en un registro para las generaciones futuras”.
El equipo también descubrió hallazgos de una pista posterior en las cercanías, incluidas grandes luces de pista, de aproximadamente 1 m cuadrado, y un emplazamiento de armas previamente desconocido que defendía la pista de ataques.
Una vez que se complete el estudio, toda la información y los descubrimientos se conservarán en un archivo, creando un monumento de archivo duradero de esta reliquia única de los primeros días de la Segunda Guerra Mundial.