En la última dinámica de la prueba del líder en el Big Brother Brasil 25, la tensión y las disputas se apoderaron de la casa, generando un ambiente de incertidumbre y drama. La prueba, que se basaba en la resistencia, presentó una novedad: los participantes podían abandonar la prueba en silencio, sin que los demás supieran su decisión. A medida que avanzaba la competencia, solo Renata y Mike permanecieron en la prueba, mientras que el resto se retiraba ante las inclemencias del frío y el agua helada.
La dinámica de esta semana se anticipa emocionante, con un paredón que promete ser muy disputado. El Big Phone también jugará un papel crucial, permitiendo a los que lo atiendan obtener poderes que influirán directamente en las nominaciones. Estos poderes incluyen la anulación de votos y la posibilidad de cambiar las nominaciones, lo que añade un nuevo nivel de estrategia al juego.
En el transcurso de la prueba, surgieron tensiones entre los participantes. Renata y Eva criticaron a Dani por su estilo de juego, considerándolo débil, mientras que Renata señaló a Graciane como una fuerte candidata a ser nominada. Además, hubo un desacuerdo significativo entre la líder Victoria y Diego, quien se sintió traicionado tras ser excluido de la prueba por decisión de Victoria, lo que llevó a un intercambio de palabras entre ambos.
La controversia no se detuvo ahí; surgieron quejas sobre la desigualdad en las bases de los participantes durante la prueba, lo que generó un debate en redes sociales y entre los concursantes sobre la equidad de la competencia. A pesar de las críticas, Renata continuó en la prueba, enfrentando un baño helado como consecuencia de su desempeño.
Con la presión aumentando y las alianzas en juego, la próxima eliminación promete ser un evento lleno de emociones, mientras los concursantes navegan por las complejidades del juego y las relaciones interpersonales en la casa.