A los 84 años, César Costa, reconocido ícono del rock and roll mexicano, ha hecho una confesión sorprendente que ha captado la atención de sus seguidores y del público en general. Más allá de su exitosa carrera como cantante, actor y productor, Costa ha revelado detalles íntimos sobre su vida personal que muchos sospechaban, consolidando su estatus como una figura multifacética en la cultura pop.
Nacido como César Antero Roel Schreur en 1941 en la Ciudad de México, Costa proviene de una familia con antecedentes en el derecho, pero su pasión por la música lo llevó a dejar de lado su formación legal. Desde sus inicios en la banda Los Black Jeans, que más tarde se convirtió en Las Camisas Negras, Costa se destacó rápidamente en la escena musical de los años 60. A lo largo de su carrera, ha adaptado numerosos éxitos internacionales al español, ganándose el apodo de “el caballero de la Nueva Ola”.
Su carrera no solo se limitó a la música; también incursionó en la actuación, participando en películas emblemáticas de la época y en programas de televisión que lo hicieron aún más popular. Sin embargo, su contribución más significativa puede ser su labor como embajador de UNICEF, donde ha trabajado incansablemente por el bienestar de los niños en México y América Latina.
Costa ha destacado la importancia de la educación y la concienciación sobre temas como el embarazo adolescente, enfatizando que la educación es clave para enfrentar estos problemas. A lo largo de su trayectoria, ha mantenido una vida personal discreta, disfrutando de su rol como padre y abuelo, mientras sigue compartiendo momentos con sus seguidores en redes sociales.
Con su legado bien establecido en la música y la televisión, César Costa continúa siendo una figura inspiradora, y su reciente confesión solo profundiza el cariño y respeto que el público tiene hacia él. Su historia es un testimonio del impacto duradero que ha tenido en la industria del entretenimiento mexicano.