Durante las excavaciones en Ancón, un distrito de la provincia norteña de Lima, Perú, los arqueólogos han revelado una tumba de la cultura Ichma.
Alrededor del siglo XI, la Ichma surgió en los valles de los ríos Lurín y Rímac al sur de Lima.
Esta cultura preinca perduró hasta la década de 1469, cuando fueron asimilados al Imperio Inca.
La tumba contiene restos, ofrendas y el fardo funerario que se encontró junto con diversos artefactos de ofrenda, como mate y cerámica.
Se cree que los Ichma eran una población de habla aymara que se asentó en las regiones costeras cercanas a Lima tras la decadencia del imperio Wari.
Durante este período, se establecieron múltiples pequeños reinos y alianzas, con la Cultura Chancay gobernando la parte norte de Lima y la Cultura Ichma dominando la parte sur.
Los Ichma tenían su capital, antes conocida como Ishma, llamada Pachacamac. Allí erigieron al menos 16 pirámides y adoraron a la deidad Pacha Kamaq, el dios de la creación.
Los trabajadores de la empresa Calidda informaron a los arqueólogos de la existencia de la tumba antigua cuando estaban construyendo un nuevo oleoducto.
Este sepulcro se remonta a 500 años atrás, al final del período Ichma, y el cuerpo fue colocado en un agujero, cubierto con mantas de fibras vegetales y atado con cuerdas atadas en un diseño geométrico.
En el lugar del entierro, hay varios artículos destinados a ser utilizados como regalos funerarios, como cerámica y recipientes para el mate, un tipo de bebida a base de hierbas hecha de hojas secas de la planta yerba mate (Ilex paraguariensis), que muchas culturas en América Remojar en agua caliente para hacer una bebida rica en cafeína.
Caravedo, representante de Cálida, afirmó que su empresa ha asignado arqueólogos para el seguimiento de sus proyectos de instalación de Gas Natural para garantizar la preservación del conjunto arqueológico de la ciudad.
Además, colaboran con el Ministerio de Cultura para rescatar y proteger cualquier descubrimiento.