En un giro explosivo de los acontecimientos políticos en Argentina, el legislador Santoro ha confrontado de manera contundente a Martín Menem en plena sesión del Congreso, en medio de un escándalo de corrupción que sacude al gobierno. Mientras se discute la ley de emergencia en discapacidad, audios filtrados revelan presuntas coimas de medio millón de dólares mensuales, vinculadas a Diego Españolo, director de la agencia nacional.
La situación es insólita: en el mismo momento en que se debería priorizar la protección de los derechos de cientos de miles de argentinos con discapacidad, la atención se desvía hacia acusaciones de corrupción que, según Santoro, no pueden ser ignoradas. “La corrupción es una bandera que debería unir a todas las bancadas”, afirmó, instando a una auditoría inmediata y a la rendición de cuentas por parte del gobierno.
El clima en el Congreso es tenso. Santoro criticó la actitud de la bancada oficialista, que parece distraída ante la gravedad de las acusaciones. “No pueden hacerse los distraídos. Deben responder a los argentinos sobre la veracidad de estos audios”, exigió, enfatizando que la lucha contra la corrupción debe ser un compromiso real y no una excusa para recortar derechos fundamentales.
El legislador también destacó la inacción del gobierno frente a la desigualdad y el abandono del Estado hacia las familias que cuidan a personas con discapacidad. “¿Son conscientes de lo injusto que es cortar prestaciones?”, cuestionó, subrayando la necesidad de un Estado presente que garantice la libertad y la igualdad de oportunidades.
La sesión, marcada por la urgencia y la indignación, plantea un desafío crucial: la defensa de los derechos de los más vulnerables frente a un posible veto presidencial que podría agravar la ya crítica situación de las personas con discapacidad en Argentina. La pregunta que queda en el aire es si el Congreso tendrá la valentía de actuar en favor de la justicia social o si se dejará llevar por el miedo y la corrupción. La nación está atenta.