Escándalo en el corazón del gobierno argentino: la lucha por el control del Ministerio de Seguridad entre Javier Milei y Patricia Bullrich ha estallado en una crisis política sin precedentes. La tensión se intensifica a medida que Bullrich, actual ministra, se prepara para asumir su cargo como senadora, pero exige que su número dos, Alejandra Monteoliva, asuma su puesto. Sin embargo, los aliados de Milei están presionando para que Diego Valenzuela ocupe el ministerio, lo que ha generado un enfrentamiento abierto entre las facciones del gobierno.
Fuentes cercanas revelan que Bullrich está dispuesta a no asumir su banca si no se respeta su decisión, lo que podría desestabilizar aún más al gabinete. La situación se complica por la inminente presentación de nuevos decretos que Milei anunció, los cuales, según expertos, tienen pocas posibilidades de ser aprobados en el Congreso. Esto ha llevado a una atmósfera de incertidumbre, donde el gobierno busca culpables para un posible déficit fiscal que podría surgir en los próximos meses.
Mientras tanto, Milei planea un viaje a Estados Unidos, donde se reunirá con Donald Trump, dejando en suspenso su participación en el cierre de campaña para las elecciones en la provincia de Buenos Aires. La decisión de ausentarse de un evento crucial ha desatado críticas y especulaciones sobre su liderazgo y compromiso con la política interna.
Con el futuro del Ministerio de Seguridad en juego y la presión de los aliados y opositores aumentando, el país está atento a cómo se desarrollarán estos acontecimientos. La lucha por el poder dentro del gobierno de Milei no solo pone en jaque su administración, sino que también podría tener repercusiones significativas en la política argentina. La próxima semana será decisiva para el futuro del gabinete y la estabilidad de Milei en el cargo.