A los 49 años, Sissi Fleitas finalmente rompe el silencio y revela la verdad sobre Don Francisco

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**Sissi Fleitas rompe el silencio y revela la verdad sobre Don Francisco: un escándalo que sacude la televisión hispana.**

A los 49 años, Sissi Fleitas, la icónica figura de “Sábado Gigante”, ha decidido romper su silencio y destapar una serie de verdades ocultas sobre su relación con Don Francisco, el controvertido conductor del programa. En una reciente entrevista, Fleitas no solo desmintió rumores de un romance, sino que también insinuó un sistema de favoritismo y manipulaciones que han marcado su carrera y la de muchas otras mujeres en la televisión hispana.

Durante años, la presencia de Sissi en el programa fue innegable, pero su ascenso estuvo rodeado de murmullos sobre su vínculo con Mario Kreutzberger, conocido como Don Francisco. Según la actriz Sus Victoria de Rosal, Sissi “pagaba con su cuerpo” para mantenerse en el aire, una afirmación que desató una tormenta mediática. A pesar de las acusaciones, Sissi defendió su trayectoria, argumentando que su éxito se debió a su arduo trabajo y no a favores indebidos.

Las redes sociales estallaron con reacciones divididas. Mientras algunos la defienden como víctima de un sistema opresivo, otros creen que finalmente se ha revelado la verdad que todos conocían. Fleitas, en su defensa, aseguró que su relación con Don Francisco fue siempre profesional y que los rumores eran producto de la envidia y la competencia en un mundo donde “todas las mujeres son competencia”.

Sin embargo, la sombra de su pasado persiste. La revelación de que solo las mujeres “amables” con Don Francisco obtenían minutos al aire ha reavivado el debate sobre el machismo en la industria. Mientras tanto, tanto Univisión como Don Francisco han guardado silencio ante estas acusaciones explosivas.

Este giro en la narrativa de Sissi Fleitas no solo reescribe su historia, sino que también lanza una luz inquietante sobre el funcionamiento interno de la televisión en español. A medida que se desarrolla esta historia, la pregunta permanece: ¿fue Sissi una víctima del sistema o una jugadora en un juego mucho más complejo?

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