**MUERTOS O ENDEUDADOS: La Tragedia del Fentanilo y la Crisis Económica en Argentina**
El gobierno de Javier Milei enfrenta un escándalo monumental: 96 muertes ya confirmadas por fentanilo contaminado, un producto que fue producido y distribuido bajo su administración. En un contexto donde la falta de control estatal se vuelve mortal, el ministro Federico Sturzenegger defiende una política de desregulación que ha permitido que un laboratorio negligente produzca un medicamento letal. La tragedia se agrava con cada día que pasa, y la cifra de víctimas podría seguir creciendo.
Mientras el país llora a sus muertos, el gobierno intenta ocultar su ineficiencia con una bola de deuda que crece desmesuradamente. Ayer, Milei solo logró renovar el 60% de la deuda que vencía, lo que evidencia la falta de confianza en su administración. La inflación, que se aceleró al 1,9% en los últimos meses, se suma a la crisis, mientras jubilados y ciudadanos son reprimidos en su búsqueda de justicia y dignidad.
La situación es insostenible. La ANMAT, responsable del control de medicamentos, había detectado irregularidades en el laboratorio que produjo el fentanilo, pero permitió que continuara operando. Dos meses después de una inspección que reveló deficiencias críticas, este laboratorio lanzó al mercado un lote contaminado que ya ha cobrado vidas. La justicia investiga, pero el tiempo corre, y cada día surgen más familias que descubren que también han perdido a seres queridos.
Los ciudadanos, atrapados entre la deuda y la muerte, se enfrentan a un gobierno que prioriza sus intereses económicos sobre la salud pública. Las protestas crecen, y la represión se intensifica, mientras el presidente intenta mantener una fachada de control. La pregunta que resuena en las calles es clara: ¿Hasta cuándo permitirá el pueblo argentino que se juegue con sus vidas y su futuro? La crisis es real y urgente, y la necesidad de respuestas se vuelve cada vez más apremiante.