Casi cuatro décadas después de que “227” llenara de risas y momentos emotivos a la audiencia, la vida de sus actores ha tomado giros inesperados. En un revelador informe, se desvelan las historias ocultas de las estrellas que hicieron de esta serie un clásico entrañable. Desde tragedias personales hasta inspiradores regresos, sus trayectorias están marcadas por la resiliencia, la pérdida y la reinvención.
Mara Gibbs, quien interpretó a la querida Mary Jenkins, ahora con 93 años, vive modestamente en Los Ángeles, con un patrimonio de aproximadamente 1.5 millones de dólares. Su vida estuvo marcada por la lucha y la soledad, especialmente tras la enfermedad crónica de su hija. Elena Reed Hall, conocida como Rose Holloway, falleció trágicamente a los 63 años, dejando un legado de lucha contra la depresión y una herencia de 800,000 dólares que se esfumó en deudas médicas.
Curtis Baldwin, el ambicioso Calvin Dobs, enfrenta una vida más tranquila en Atlanta, con un patrimonio de 500,000 dólares, mientras lucha con los fantasmas de su pasado. Helen Martin, quien interpretó a Pearl Sha, dejó este mundo a los 90 años, con un patrimonio de 400,000 dólares, dedicando gran parte a causas benéficas. Al Williams, el querido Lester Jenkins, vive en Pasadena bajo el cuidado de una enfermera, con un patrimonio estimado de 300,000 dólares, marcado por la soledad y la tristeza.
Regina King, aclamada actriz, lidia con el dolor de la pérdida de su hijo, mientras su fortuna asciende a 12 millones de dólares. Jackie Harry, la carismática Sandra Clark, enfrenta una vida solitaria en Las Vegas, con un patrimonio de 900,000 dólares, marcada por la soledad y la lucha personal.
Las historias de estos actores son un recordatorio sombrío de que la fama puede desvanecerse, pero los legados perduran. A medida que entramos en 2025, sus vidas nos enseñan sobre la fragilidad de la gloria y la fuerza del espíritu humano.