Una tragedia desgarradora ha sacudido a Colombia tras el brutal asesinato de una niña de casi tres años a manos de su propia madre en Manizales. El 26 de julio de 2025, Silvana Torres, en un aparente arrebato de furia y desesperación, acabó con la vida de su hija Antonela López Torres. Las alarmas se encendieron cuando vecinos escucharon gritos desgarradores provenientes del departamento de la familia. Al ingresar, se encontraron con una escena escalofriante: Antonela, con heridas mortales en el cuello, y su madre, cubierta de sangre y temblando en el suelo.
Los paramédicos llegaron rápidamente, pero a pesar de sus esfuerzos, la pequeña fue declarada muerta poco después de su llegada al hospital. Silvana, por su parte, fue trasladada a una clínica de salud mental, donde confesó haber atacado a su hija, alegando que había actuado cegada por la ira. Las autoridades han formulado cargos de homicidio agravado, que podrían acarrear una pena de hasta 50 años de prisión.
La comunidad, consternada y furiosa, ha exigido justicia, mientras se desata un debate sobre la salud mental materna y las señales de alerta que pudieron haber sido ignoradas. Silvana, considerada una madre amorosa y tranquila, aparentemente había enfrentado una reciente ruptura sentimental que podría haber desencadenado su trágico acto. La investigación está en curso, y se han hallado cartas y mensajes en su celular que podrían arrojar luz sobre su estado emocional previo al crimen.
Mientras tanto, el luto por Antonela se siente en cada rincón de Manizales. Los vecinos han organizado velatones en su memoria, demandando justicia y recordando la vida de una niña que fue arrebatada en un instante. La pregunta persiste: ¿qué llevó a Silvana a cometer este acto inimaginable? La respuesta sigue siendo un misterio, pero la indignación y el dolor son palpables en toda la nación.