**RESUELTO | Fue con él al MOTEL y la ASESlNÒ**
Una escena cotidiana se transformó en un horror inimaginable: Daniela Espitia, una joven madre de Barranquilla, fue asesinada por su expareja, Deimer Díaz, en un motel de la ciudad. La evidencia crucial, capturada por una cámara de seguridad, muestra cómo la pareja ingresó al lugar, pero solo el agresor salió, llevándose las pertenencias de Daniela. La trama se oscurece aún más cuando, con una frialdad escalofriante, Deimer llamó a la madre de Daniela para confesar lo impensable: “He acabado con su vida”.
El 17 de agosto de 2020, Daniela dejó a sus hijos al cuidado de una vecina, prometiendo regresar pronto. Sin embargo, su vida se apagó en un instante. Horas después, la policía encontró su cuerpo en el motel, cubierto con una sábana y rodeado de sangre. Un pico de botella y una almohada en la escena apuntaban a un crimen brutal. A pesar de las denuncias previas de violencia, la protección no llegó a tiempo.
La comunidad, horrorizada, se unió en protestas exigiendo justicia. La captura de Deimer se volvió urgente tras su fuga, pero finalmente fue arrestado en Bogotá, mientras intentaba asaltar a otra persona. Al ser detenido, portaba objetos robados, incluyendo pertenencias de Daniela. A pesar de las pruebas abrumadoras, Deimer intentó evadir su culpabilidad, pero la presión social y las evidencias lo llevaron a aceptar su responsabilidad.
El 12 de agosto de 2021, fue condenado a 34 años de prisión. Aunque la familia de Daniela encontró algo de justicia, el dolor de su ausencia persiste, dejando un vacío irremplazable en la vida de sus hijos. Este caso resalta la urgencia de abordar la violencia de género en Colombia y la necesidad de proteger a las víctimas antes de que sea demasiado tarde. La historia de Daniela es un recordatorio desgarrador de que la lucha por la justicia y la seguridad de las mujeres sigue siendo una batalla crucial en la sociedad actual.