Israel ha llevado a cabo un ataque devastador en Teherán, resultando en la muerte de Mohamad Kazemi, líder de inteligencia de la Guardia Revolucionaria de Irán, y su segundo al mando, Hassan Mohaqueek. En un anuncio impactante, el portavoz del ejército israelí, Efi Defrin, confirmó la eliminación de estos altos mandos tras una serie de bombardeos que destruyeron más de 20 instalaciones militares iraníes. Este golpe se produce en medio de un clima de creciente tensión entre ambos países, donde las amenazas de represalias han escalado a niveles alarmantes.
La televisión iraní Irán International reportó que Kazemi y Mohaqueek quedaron sepultados tras el ataque dirigido a la sede de la inteligencia de los Guardianes de la Revolución. En respuesta, la Guardia Revolucionaria ha confirmado la muerte de estos líderes, intensificando la crisis en la región. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que la fuerza aérea de Israel está dominando los cielos de Teherán, mientras aviones israelíes continúan atacando instalaciones militares y nucleares.
Las consecuencias de estos ataques son devastadoras: al menos 14 personas han muerto en Israel, mientras que los medios estatales iraníes reportan un saldo de 224 muertos en Irán, la mayoría de ellos civiles. La situación se torna cada vez más crítica, con ambos bandos mostrando disposición a utilizar una fuerza aún mayor. La tensión entre Israel e Irán ha alcanzado un punto de ebullición, y la comunidad internacional observa con preocupación el desenlace de este conflicto que podría desatar una mayor violencia en la región.