**Título: Protestas anti-ICE en Los Ángeles: la situación se intensifica**
Los Ángeles se ha convertido en el epicentro de una ola de protestas contra las políticas antimigrantes de la administración Trump, desatando un caos sin precedentes en la ciudad. En respuesta a las redadas migratorias que resultaron en 44 detenciones, cientos de ciudadanos han salido a las calles, desafiando la autoridad de los agentes federales y la Guardia Nacional.
Desde el viernes, las manifestaciones han escalado en violencia, con vehículos incendiados, barricadas levantadas y enfrentamientos directos entre manifestantes y fuerzas del orden. La tensión aumentó cuando la Guardia Nacional fue desplegada en la ciudad, una medida que ha sido condenada por el gobernador de California, Gavin Newsom, quien anunció que tomará acciones legales contra el gobierno federal.
Las protestas, que comenzaron frente al Ayuntamiento, se trasladaron a un edificio federal donde se encuentran detenidos inmigrantes. Los manifestantes, incluidos niños y familias, han coreado consignas como “¡Fuera ICE!” y “¡Sin justicia no hay paz!”, mientras que las autoridades han respondido con granadas aturdidoras, balas de goma y gas pimienta. Durante el fin de semana, el número de arrestos alcanzó un total de 56, con 27 detenciones solo el domingo.
La situación ha captado la atención internacional, con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresando su apoyo a los migrantes y condenando las violaciones de derechos humanos. En un contexto de creciente tensión, la administración Trump ha culpado a la “izquierda radical” por las protestas y ha prohibido el uso de máscaras en las manifestaciones, una medida que ha sido criticada por varios líderes demócratas.
La crisis en Los Ángeles es un reflejo de la polarización política en Estados Unidos y la lucha por los derechos de los inmigrantes. La situación sigue evolucionando, y los ciudadanos permanecen en pie de lucha, decididos a enfrentar lo que consideran una injusticia intolerable.