Un nuevo estudio revela que el colapso de la Edad de Bronce, un enigma que ha desconcertado a historiadores durante siglos, podría haber sido causado por una combinación de desastres naturales, cambios climáticos y la invasión de los temidos pueblos del mar. En un análisis urgente, expertos han desenterrado evidencias que sugieren que, alrededor del año 1200 a.C., una serie de hambrunas y terremotos devastaron las civilizaciones del Mediterráneo Oriental, desestabilizando sus complejas redes comerciales y llevando a la caída de poderosos estados.
Los registros arqueológicos muestran que regiones clave, como Canaán y Micenas, enfrentaron crisis alimentarias severas, mientras que las anillas de los árboles en Anatolia indican un drástico descenso en la disponibilidad de agua. Este fenómeno climático, junto con la actividad solar decreciente, podría haber desencadenado una catástrofe agrícola de proporciones épicas. Los historiadores advierten que este colapso no solo afectó a una región, sino que tuvo repercusiones en toda Europa, desde la llanura padana hasta el norte de Italia, donde poblaciones enteras se vieron forzadas a migrar en busca de tierras cultivables.
A esto se suma la amenaza de los pueblos del mar, que, según las crónicas egipcias, llevaron a cabo invasiones devastadoras, atacando ciudades-estado y causando caos en el comercio marítimo. La famosa batalla del delta del Nilo es solo una de las muchas confrontaciones que evidencian la magnitud de esta crisis.
Mientras los expertos continúan investigando, el debate sobre las verdaderas causas del colapso de la Edad de Bronce se intensifica. ¿Fue un único evento catastrófico o una serie de calamidades interconectadas? La historia está en juego, y cada nueva pieza de evidencia podría cambiar nuestra comprensión de uno de los períodos más oscuros de la historia antigua. La comunidad científica está en alerta máxima, y el tiempo apremia para desentrañar este antiguo misterio.