ÚLTIMA HORA | El presidente Trump ha tomado una decisión contundente: en un movimiento sin precedentes, ha firmado una ley que permite detener y deportar a inmigrantes acusados de delitos, incluso antes de ser condenados. Este anuncio, que se espera sea ratificado en minutos, marca un giro drástico en la política migratoria de Estados Unidos.
La nueva legislación, conocida como la “Ley Leiken Ril”, otorga a las autoridades la facultad de arrestar a inmigrantes que enfrentan acusaciones de delitos específicos, que incluyen robo, agresiones y cualquier crimen que resulte en muerte o lesiones. Esta medida se implementa en un contexto de creciente tensión en torno a la inmigración y la seguridad pública, y ha generado reacciones encontradas entre defensores de los derechos humanos y partidarios de una postura más dura contra la inmigración ilegal.
Bajo esta ley, cualquier individuo que sea arrestado o que admita haber cometido un delito dentro de estas categorías podrá ser detenido sin la necesidad de un juicio previo. Esta acción radical refleja la determinación de la administración Trump de abordar lo que considera una crisis de inmigración, a pesar de las críticas que se anticipan por parte de organizaciones civiles y abogados defensores.
La firma de esta ley simboliza un nuevo capítulo en la lucha por la reforma migratoria en Estados Unidos, donde el debate sobre el control de fronteras y la seguridad sigue siendo un tema candente. Con este movimiento, Trump lanza un mensaje claro: su administración está dispuesta a tomar medidas drásticas para asegurar lo que considera la protección del país.
Las reacciones ya están surgiendo, y se espera que las calles se llenen de protestas en respuesta a esta decisión. El clima político se calienta a medida que la nación se prepara para enfrentar las repercusiones de esta controvertida legislación. ¡La situación está en constante evolución y seguiremos informando!