**¡Desastre en la Casa Blanca! La broma de JD Vance podría costarle a EE. UU. $9 mil millones**
En un giro inesperado que podría tener repercusiones económicas monumentalmente negativas, el senador JD Vance, una figura polarizadora del Partido Republicano, ha hecho comentarios que podrían costarle al país hasta $9 mil millones. Mientras el mundo observa con preocupación la inestabilidad internacional, Vance parece más concentrado en hacer bromas de mal gusto que en abordar problemas serios.
Durante un evento en el que se esperaba que apoyara a su hermano, Vance no solo se llevó una humillación pública en su estado natal de Ohio, sino que también lanzó un chiste insensible relacionado con las deportaciones en el contexto del Mundial 2026. Este comentario, en el evento deportivo más visto del mundo, podría haber abierto la puerta a un boicot silencioso por parte de Canadá, que ya había estado promoviendo el consumo local como respuesta a las políticas estadounidenses.
Los números son alarmantes. Un informe reciente de Touring Economics pronosticó una caída del 9.4% en visitantes internacionales a EE. UU. y un descenso del 20.2% en turistas canadienses, lo que se traduce en pérdidas estimadas de $9 mil millones. La hostilidad de Vance hacia aliados clave, sumada a su incapacidad manifiesta para sostener un trofeo, ha desatado una crisis de imagen y confianza en el país.
Mientras tanto, el secretario de Defensa parece más preocupado por los pronombres que por la inminente guerra entre India y Pakistán, dejando a muchos preguntándose si este es el liderazgo que EE. UU. necesita en tiempos de crisis. Con la política en un caos y las elecciones a la vuelta de la esquina, el fracaso de Vance en respaldar a su hermano es un claro indicativo de que la influencia republicana está en declive.
A medida que la tensión internacional aumenta y la economía se tambalea, el comentario de Vance podría ser la chispa que encienda un fuego aún mayor en la ya frágil situación de EE. UU. El tiempo dirá si esta es la última vez que el senador se permite caer en la trampa del humor inapropiado, pero una cosa es clara: su broma ha tenido consecuencias que podrían resonar mucho más allá de su propia carrera política.