🚨 Crisis en el Teleférico de Miraflores: Multa, paralización y un futuro incierto
Un nuevo escándalo sacude al Teleférico de Miraflores, un proyecto que prometía revolucionar el transporte turístico en la zona. La municipalidad ha ordenado la paralización inmediata de las obras debido a serias irregularidades. La empresa encargada, Zigzag Teleféricos, enfrenta una multa de 10 UIT, equivalente a 52,000 soles, por ignorar una orden de suspensión y bloquear la entrada de inspectores municipales. Esta situación genera dudas alarmantes sobre la entrega del teleférico, prevista para octubre de este año.
Las tensiones entre el municipio y la empresa han alcanzado un punto crítico. Según la comuna, el consorcio no contaba con los permisos necesarios para realizar obras en espacios públicos, lo que ha exacerbado el conflicto. Zigzag admitió que uno de sus técnicos impidió la fiscalización, complicando aún más la situación.
A estos problemas legales se suman serias dificultades técnicas. Las cabinas, cruciales para el funcionamiento del teleférico, están retrasadas debido a la escasez de contenedores y congestión en puertos internacionales. Originalmente programadas para ser embarcadas hace semanas, ahora no hay una fecha clara para su llegada.
El proyecto también enfrenta una crisis financiera. Zigzag aún no ha cerrado los acuerdos privados necesarios para cubrir los costos, que ascienden a más de 28 millones de soles. Sin financiamiento estatal ni municipal, la empresa se encuentra en una encrucijada, y las sanciones recientes han generado desconfianza entre posibles inversores.
Expertos advierten que el teleférico, diseñado principalmente para el turismo, podría no ser rentable, ya que su corta ruta de poco más de 500 metros no satisface las necesidades de transporte masivo en Lima. Desde su anuncio en 2017, el proyecto ha sufrido constantes postergaciones, dejando más preguntas que respuestas.
La comunidad se pregunta: ¿Se convertirá este teleférico en otro “elefante blanco” o aún hay esperanza para su salvación? La incertidumbre reina en Miraflores.