**Yolanda Saldívar, a los 64 años, admite lo que todos sospechábamos: el asesinato de Selena Quintanilla fue más que un simple accidente.**
En un giro impactante, Yolanda Saldívar ha roto su silencio tras casi tres décadas tras las rejas, revelando secretos que reavivan el dolor del trágico asesinato de Selena Quintanilla. Durante años, Saldívar insistió en que la muerte de la estrella fue un accidente, pero ahora, en una reciente confesión, ha admitido que los motivos fueron más oscuros de lo que se pensaba: celos, obsesión y miedo a perder el control.
El 31 de marzo de 1995, la vida de Selena, una de las artistas más prometedoras de la música latina, terminó brutalmente. En una reunión aparentemente inocente para recuperar documentos financieros, la relación entre Selena y Saldívar, que había pasado de ser una estrecha amistad a un vínculo tóxico, se tornó fatal. Los gritos y las tensiones culminaron en un disparo que le costó la vida a la cantante. A las 1:05 p.m., Selena fue declarada muerta, dejando un legado que ha perdurado a través de las generaciones.
Saldívar, ahora en prisión, ha reavivado el debate sobre su culpabilidad, insistiendo en que el disparo fue accidental. Sin embargo, testimonios y pruebas apuntan a una acción deliberada, marcada por el control y la desesperación de una mujer que sentía que su vida colapsaba sin Selena.
Las revelaciones de Saldívar también sugieren que la obsesión fue alimentada por celos hacia una relación secreta de Selena con el Dr. Ricardo Martínez, lo que intensificó su sentido de traición y pérdida. Este nuevo enfoque ha desatado un torrente de emociones entre los fanáticos de Selena y ha llevado a cuestionamientos sobre el verdadero motivo detrás del asesinato.
Mientras Saldívar se prepara para una posible revisión de su libertad condicional en 2025, la familia de Selena y sus millones de fans esperan que la justicia prevalezca. La historia de Selena sigue viva, y su legado continúa resonando en la música y la cultura latina. La pregunta que queda es: ¿merece Yolanda Saldívar una segunda oportunidad, o debería seguir pagando por la vida que arrebató?