**Ruby Pérez falleció dejando una fortuna que hizo llorar a su familia**
La música dominicana se viste de luto tras la inesperada partida de Ruby Pérez, el icónico príncipe del merengue, quien a los 69 años dejó un legado inigualable y una fortuna que ha conmovido a su familia y a millones de fanáticos. La noticia de su fallecimiento, ocurrida en la madrugada del 9 de abril de 2025, se esparció como un reguero de pólvora, llenando de dolor y nostalgia cada rincón del país. Durante horas, médicos y enfermeras lucharon por su vida, pero el destino tenía otros planes.
La mansión de Ruby, un símbolo de su éxito y pasión por la música, ahora se convierte en un santuario de recuerdos. Valorada en más de 3.5 millones de dólares, su hogar en Altos de Arroyo Hondo guarda secretos y tesoros, incluyendo una colección de autos de lujo y un estudio de grabación que resonó con sus últimas composiciones. La herencia que deja, superior a 25 millones de dólares, abarca propiedades, regalías y una vasta colección de arte dominicano que refleja su amor por la cultura de su tierra.
Los homenajes no se hicieron esperar. Miles de fanáticos se congregaron en el hospital y en la discoteca Jets, donde la tragedia se desató, dejando un escenario de luto y conmoción. El presidente de la República declaró tres días de duelo nacional, mientras el pueblo entero se unía en un canto colectivo que resonaba por doquier.
Pero más allá de su fortuna, el verdadero legado de Ruby Pérez es su inquebrantable espíritu que sigue vivo en cada acorde de su música. Mariana, su esposa, reveló que Ruby soñaba con construir una villa cultural en La Romana, un espacio para inspirar a nuevas generaciones de músicos. Su partida deja un vacío, pero su esencia y su mensaje de amor y dedicación continúan resonando, recordándonos que la grandeza no se mide solo por el éxito, sino por el impacto que se deja en los corazones. La música de Ruby Pérez vivirá eternamente, y su historia apenas comienza a contarse.