**”No soy un criminal”: Antonio Espaillat rompe el silencio tras la tragedia de Jet Set**
Antonio Espaillat, el rostro detrás de la emblemática discoteca Jet Set, ha decidido hablar tras el devastador colapso que dejó 221 muertos y 181 heridos en Santo Domingo. En un impactante testimonio, acusa a los medios de comunicación de lincharlo mediáticamente y de convertirlo en el chivo expiatorio de una tragedia que ha arrasado no solo un edificio, sino su vida entera.
“Me señalan y me acusan sin conocer mi historia”, clama Espaillat, quien revela que Jet Set era más que un simple negocio; era un monumento a la alegría de un pueblo durante más de cinco décadas. Mientras el país llora la pérdida de vidas y sueños, él se enfrenta a un juicio social que lo ha convertido en el enemigo público número uno.
Espaillat describe en detalle el horror de aquella noche fatídica, cuando un estruendo seco lo llevó a presenciar el caos: polvo, cuerpos y gritos desgarradores. “No me escondí. Ayudé a sacar personas, vi morir a empleados que intentaron salvar a los clientes”, narra con angustia. Sin embargo, su labor heroica ha sido opacada por la acusación de ser culpable de una tragedia que, según él, puede tener oscuros intereses detrás.
El empresario denuncia que, a pesar de las múltiples manos involucradas en la gestión y construcción del local, solo él es señalado. Cuestiona la falta de investigaciones sobre el ingeniero encargado de la última remodelación, quien desapareció sin dejar rastro, y se pregunta si la caída de Jet Set fue realmente un accidente o parte de un plan más siniestro.
“La verdad no se entierra, se oculta”, afirma Espaillat, quien pide al público que no se deje llevar por los titulares simplistas. A medida que las sombras se ciernen sobre su legado, él continúa aferrándose a la esperanza de que algún día se revele la verdad detrás de esta tragedia devastadora. La historia de Jet Set, un símbolo de la cultura dominicana, es ahora un campo de batalla entre la verdad y la percepción pública.