Dulce, la icónica cantante mexicana, falleció hace dos meses a los 69 años, dejando un legado musical imborrable. Sin embargo, el reciente análisis de su testamento ha desatado un torbellino de especulaciones y controversias, especialmente en torno a su única hija, Romina Mircoli. La lectura del testamento, que se realizó después de su muerte, reveló cambios sorprendentes que han dejado a muchos cuestionándose las dinámicas familiares y las verdaderas intenciones detrás de ellos.
En su primera entrevista tras el fallecimiento de su madre, Romina se defendió de las acusaciones de que su enfoque en la herencia era inapropiado, aclarando que era la única heredera y que los cambios en el testamento se hicieron antes de que la salud de Dulce se deteriorara. A pesar de que el testamento actualizado era casi idéntico al original, la inquietud persiste sobre las razones detrás de estas modificaciones.
Romina también abordó el secretismo que rodeó los últimos momentos de Dulce, explicando que su madre solicitó privacidad y que su deseo de ser enterrada junto a su propia madre había sido una constante en su vida. Sin embargo, el hecho de que su cuerpo fuera cremado y no enterrado ha generado críticas y descontento entre los seguidores de la artista.
La situación se ha vuelto aún más compleja con las revelaciones de que Dulce padecía cáncer metastásico y que, según informes, recibió un tratamiento cuestionable justo antes de su muerte. Rumores sobre una posible negligencia médica y la participación de Romina en decisiones críticas han alimentado la especulación sobre si hubo motivos ocultos detrás de su fallecimiento.
El testimonio de amigos cercanos ha puesto de manifiesto una relación tensa entre madre e hija, dejando entrever un conflicto familiar que podría haber influido en las decisiones tomadas en sus últimos días. Las declaraciones de Romina y los audios filtrados han añadido más capas a este intrincado drama, donde se mezclan el dolor, la traición y la búsqueda de un legado que trascienda la tragedia.
A medida que emerge más información, las preguntas sobre la muerte de Dulce y las complejidades de su relación con Romina continúan sin respuestas claras, dejando al público en vilo y con un deseo ardiente de justicia y verdad.