Silvia Pinal, la icónica diva del cine mexicano, falleció hace tres meses, y su familia ha mantenido un notable silencio desde entonces. Sin embargo, su hija Alejandra Guzmán decidió romper ese silencio en una reciente entrevista con Alan Tacher en el programa “Despierta América”. A pesar de que la entrevista estaba programada antes de la muerte de Silvia, Alejandra sintió que era el momento adecuado para hablar de su madre y de la complicada relación que compartían.

Alejandra se mostró emocional al recordar los últimos días de Silvia, revelando que su madre estaba tranquila, aunque el respirador la incomodaba. Durante esos momentos difíciles, Alejandra tuvo que tomar decisiones clínicas complicadas, pero afirmó que lo hizo con determinación. También compartió la dolorosa experiencia de comunicarle a su hija Frida Sofía la muerte de su abuela, a pesar de las tensiones familiares que existían desde 2021.

La relación entre Silvia Pinal y sus hijos ha estado marcada por controversias y malentendidos, lo que ha llevado a la familia a enfrentar un intenso escrutinio público. Alejandra, al hablar sobre el testamento de su madre, mencionó que aunque la organización de los bienes no es su prioridad, eventualmente deberán leerlo. A pesar de las tensiones, Alejandra expresó su agradecimiento por lo que su madre dejó, aunque no es alguien que valore demasiado las posesiones materiales.

La historia familiar de la dinastía Pinal es compleja, con ecos de abandono y reconciliación. Silvia Pasquel, otra de las hijas de Silvia, ha estado en el centro de controversias, desde su decisión de no usar el apellido de su madre hasta sus propias luchas personales. La familia ha enfrentado tragedias, como la muerte de la hija de Silvia Pasquel, lo que llevó a una reconexión entre madre e hija.

Mientras el legado de Silvia Pinal perdura en la memoria colectiva, su familia sigue lidiando con las heridas del pasado y la búsqueda de reconciliación. La vida de estas mujeres es un reflejo de cómo la fama y el éxito pueden entrelazarse con dramas personales profundos, dejando una huella imborrable en cada uno de sus miembros.