A lo largo de su carrera, que comenzó en los años 70, Falcón se destacó por su humor limpio y su carisma, convirtiéndose en una figura emblemática de la comedia mexicana. Nacido en Chilpancingo en 1953, creció en una familia numerosa que enfrentó dificultades económicas, pero siempre encontró en el humor una forma de sobrellevar la vida. Desde pequeño mostró su talento, lo que lo llevó a mezclarse en el mundo del espectáculo tras una casualidad en un restaurante. Su estilo único, que combina música con comedia, lo llevó a escenarios icónicos, como “Siempre en Domingo”.