Antonio Aguilar, una de las leyendas más emblemáticas de la música ranchera, falleció hace 18 años, pero su legado y las historias en torno a su vida continúan resonando. Recientemente, su hijo Pepe Aguilar reavivó el interés en la histórica rivalidad con Vicente Fernández, otro gigante del género. Según Pepe, Vicente le habría “robado” algo a su padre, lo que ha encendido intensos debates entre los seguidores de ambos artistas.
Durante décadas, Aguilar y Fernández dominaron la música ranchera, pero su relación nunca fue del todo amistosa. Rumores de celos y traiciones circularon a lo largo de los años, con comentarios sobre el respeto que Aguilar tenía por el estilo de Fernández. En un momento, Vicente supuestamente le robó al sastre de Aguilar, lo que exacerbó la rivalidad.
Aunque ambos artistas se presentaban como colegas, sus familias han tenido momentos de controversia, como el regalo de un caballo que Vicente le dio a Ángela Aguilar, hija de Pepe, lo que generó especulaciones sobre sus intenciones. Pepe defendió la posición de su hija, quien ya era una estrella consolidada.
Las tensiones también se manifestaron en la relación entre Pepe Aguilar y Alejandro Fernández, así como en el interés de Vicente por algunas actrices que habían trabajado con Antonio. A pesar de las rivalidades, ambos artistas asistieron a los funerales del otro, mostrando un respeto mutuo que trasciende la competencia.
En un contexto donde la música ranchera sigue siendo un pilar de la cultura mexicana, el legado de Antonio Aguilar y Vicente Fernández continúa siendo relevante. Mientras sus familias mantienen vivas sus tradiciones, la pregunta persiste: ¿fue su rivalidad únicamente profesional o había tensiones personales más profundas? Las opiniones siguen dividiéndose, pero una cosa es clara: su impacto en la música mexicana es innegable.