A principios de la década de 2000, Sergio y su banda, Capaz de la Sierra, se consolidaron como referentes de la música grupera moderna. Su estilo fresco y vibrante conquistó a miles de fanáticos en México y Estados Unidos. Sin embargo, su ascenso al éxito se vio abruptamente interrumpido el 2 de diciembre de 2007, cuando fue secuestrado y asesinado en Michoacán, un suceso que conmocionó al mundo de la música regional mexicana.