AL BANO, el icónico cantante italiano, ha llegado a la sorprendente edad de 80 años, pero su vida ha estado marcada por desafíos y tristezas que han dejado huella en su trayectoria. Nacido el 20 de mayo de 1943 en una familia humilde en Publia, Albano Carrisi descubrió su pasión por la música en su infancia, tocando la guitarra con su padre. A los 17 años, se mudó a Milán en busca de un futuro mejor, donde su talento fue reconocido por el productor musical Pino Saracino.
Su carrera despegó en 1967 con el éxito de “Il Sole”, pero la fama trajo consigo una presión constante. En medio de su ascenso, conoció a Romina Power, con quien formó una de las parejas más queridas de la música. Juntos, conquistaron al mundo con su música, pero la tragedia golpeó en 1994 con la desaparición de su hija Ylenia, un evento que marcaría profundamente sus vidas y su relación.
A pesar de su éxito, el dolor de esa pérdida fue abrumador y, tras años de sufrimiento, Albano y Romina decidieron separarse en 1999. Aunque formó una nueva familia con Loredana Lecciso, la sombra de su hija siempre lo acompañó. En los últimos años, su salud ha sido frágil, sufriendo un infarto en 2016 y una isquemia cerebral poco después, lo que ha llevado a una reflexión sobre su legado en la música.
Albano ha expresado su frustración por su situación económica en entrevistas recientes, lo que ha suscitado controversia. A pesar de los problemas, sigue luchando por su pasión por la música y anhela un regreso al festival de San Remo como un tributo a su carrera. A sus 80 años, su historia es un testimonio de resiliencia, amor y la búsqueda de autenticidad en un mundo cambiante, recordándonos que, a pesar de las adversidades, siempre hay una razón para levantarse y seguir adelante.