El diablo viste de Prada 2 (2025) se ha convertido en una de las secuelas más esperadas de los últimos años, reuniendo a las icónicas estrellas Meryl Streep, Anne Hathaway y Emily Blunt, al tiempo que presenta a Margot Robbie a la franquicia. La película, dirigida por David Frankel, se basa en el legado de la original de 2006, que recaudó 326 millones de dólares en todo el mundo. Con un presupuesto de producción de 120 millones de dólares, la secuela tenía como objetivo ofrecer una historia visualmente impactante y emocionalmente atractiva que reflejara el cambiante mundo de la moda y los medios de comunicación.

El presupuesto se asignó estratégicamente para garantizar que la película mantuviera su estética lujosa. Una parte importante se gastó en asegurar el elenco repleto de estrellas, cuyas actuaciones fueron fundamentales para el éxito de la película. Además, el equipo de producción colaboró ​​con los mejores diseñadores de moda para crear vestuarios impresionantes, sumergiendo aún más a los espectadores en el mundo de alto riesgo de la alta costura. La campaña de marketing, que costó 30 millones de dólares, incluyó tráilers glamorosos, promociones en las redes sociales y entrevistas exclusivas con el elenco, generando un inmenso revuelo antes del estreno.

El estreno de la película se realizó el 20 de diciembre de 2025, una fecha estratégica para aprovechar la temporada navideña. La fecha de estreno le permitió a la película dominar la taquilla durante un período de gran participación de la audiencia. El lema, “La batalla más feroz de la moda ha vuelto”, resonó entre los fanáticos, atrayendo tanto a los admiradores de toda la vida de la original como a los nuevos espectadores.

El éxito de El diablo viste de Prada 2 fue evidente desde su primer fin de semana, recaudando 150 millones de dólares a nivel mundial. Al final de su exhibición en cines, la película recaudó más de 600 millones de dólares en todo el mundo, lo que la convirtió en un triunfo financiero. La película también recibió elogios de la crítica por su ingenioso guión, sus impresionantes efectos visuales y sus impresionantes actuaciones, en particular el regreso de Meryl Streep como Miranda Priestly.

Esta historia de éxito destaca el poder de la presupuestación estratégica, el marketing eficaz y un estreno oportuno. Al combinar la nostalgia con elementos nuevos, El diablo viste de Prada 2 no solo honró al original sino que también consolidó su lugar como una obra maestra cinematográfica moderna, demostrando que el mundo de la moda y el drama sigue siendo tan cautivador como siempre.