Amaya Uranga, la emblemática voz de Mocedades, ha decidido romper su silencio tras décadas de trayectoria musical. A sus 70 años, revela los secretos detrás de la disolución de esta icónica banda que marcó a generaciones. Fundada en 1968 en Bilbao, Mocedades comenzó como un grupo de amigos apasionados por la música. Con la voz principal de Amaya, el conjunto alcanzó la fama internacional con éxitos como “Eres tú”, que representó a España en Eurovisión en 1973 y vendió más de 8 millones de discos en todo el mundo.
Sin embargo, el camino hacia el estrellato no fue sencillo. A pesar de su popularidad, las tensiones internas y las constantes presiones del éxito llevaron a la separación del grupo. En 1984, un accidente automovilístico que involucró a uno de sus miembros, Roberto Uranga, dejó cicatrices emocionales profundas, lo que llevó a Amaya a tomar la difícil decisión de abandonar la banda. Este evento marcó un punto de inflexión, ya que su marcha dejó un vacío significativo en la formación.
Mocedades continuó su andadura musical con nuevas alineaciones, pero siempre enfrentándose a la sombra de su pasado. La llegada de Ana Vejerano como nueva vocalista en 1984 y los intentos de reinventarse a través de álbumes conceptuales como “Mocedades canta Walt Disney” reflejan la voluntad del grupo de adaptarse a los cambios en la industria musical. Sin embargo, las comparaciones con su etapa dorada y los conflictos internos marcaron su trayectoria.
A pesar de los altibajos, Mocedades ha sabido mantenerse vigente, celebrando más de cinco décadas de música y conexión emocional con su público. Amaya Uranga, con su valentía al compartir su historia, nos invita a recordar que detrás de cada éxito hay una narrativa rica en matices, luchas y triunfos. Su legado perdura, reafirmando que la música puede ser un puente entre generaciones, y que la esencia de Mocedades sigue viva en el corazón de millones.