La CONCACAF ha anunciado una fuerte sanción contra Lionel Messi tras el impactante incidente ocurrido durante el partido inaugural del Inter Miami en la MLS el pasado sábado. El astro argentino no solo protagonizó un acalorado enfrentamiento con el árbitro Rosendo Mendoza, sino que también tuvo un altercado físico con el asistente técnico del New York City FC, Mehdi Ballouchy.
El partido terminó con un empate 2-2, pero las acciones posteriores al pitazo final fueron las que generaron controversia. Visiblemente molesto con el resultado, Messi corrió hacia el árbitro Mendoza para reclamarle airadamente. A pesar de que el árbitro intentó calmar la situación e incluso le mostró una tarjeta amarilla al capitán del Inter Miami, el campeón del mundo siguió discutiendo sin cesar.
El momento más tenso llegó cuando Messi, al retirarse del campo, tuvo un encontronazo con Ballouchy. Tras un intercambio verbal, el argentino sorprendió a todos al colocar su mano sobre el cuello del asistente técnico del equipo rival, provocando una evidente reacción de desagrado por parte de este.
La CONCACAF no tardó en actuar y ha decidido imponer una sanción ejemplar. “El comportamiento exhibido por Lionel Messi después del partido es inaceptable y va en contra de los principios de fair play que promovemos”, declaró el portavoz de la CONCACAF. “Ningún jugador, sin importar su estatus, está por encima de las reglas”.
Según el comunicado oficial, Messi podría enfrentar una suspensión de varios partidos, lo que afectaría su participación en los próximos encuentros del Inter Miami, incluyendo el crucial duelo contra el Sporting KC por la CONCACAF Champions Cup el martes.
Esta situación ha generado un gran debate entre los aficionados, algunos defendiendo la pasión y la competitividad de Messi, mientras que otros consideran que las acciones del astro argentino fueron excesivas.
Con esta dura sanción, la CONCACAF envía un mensaje claro: el respeto y el juego limpio deben prevalecer siempre, sin excepciones.