Lionel Messi ha generado polémica después de recibir una fuerte sanción por parte de la MLS, tras ser acusado de insultar a un árbitro durante el tenso empate 1-1 entre el Inter Miami y Charlotte. La superestrella argentina, quien fue clave en el partido con un gol decisivo en el minuto 67, ha roto su silencio tras la dura medida disciplinaria.
Después del encuentro, Messi fue captado discutiendo con el árbitro tras la anulación de dos posibles penales para el Inter Miami en los minutos finales. La situación alcanzó su punto álgido cuando, según informes de medios argentinos como Olé y Mundo Deportivo, Messi habría llamado al árbitro “hijo de p*** amargado”.
A pesar de la gravedad de la situación, Messi recibió solo una tarjeta amarilla, lo que provocó una ola de críticas en las redes sociales. “¿Cómo es posible que no lo expulsaran?”, se preguntó un aficionado. Otro, aunque fanático del astro argentino, señaló: “Siendo honesto, Messi debería haber visto la roja”.
En una declaración posterior a los medios, Messi reconoció que su reacción fue inapropiada, pero defendió su frustración: “Fue un momento de mucha tensión. No debería haber reaccionado de esa manera, pero sentí que algunas decisiones durante el partido fueron muy injustas”. El jugador también expresó su deseo de que la situación “debería haber sido diferente”.
Por su parte, la MLS aún no ha confirmado si se tomarán medidas adicionales contra Messi, pero el incidente ha generado un debate sobre el trato que reciben las estrellas en la liga. Mientras tanto, el técnico del Inter Miami, Tata Martino, ha asegurado que Messi está concentrado en llevar al equipo hacia la cima de la Conferencia Este y lograr el tan ansiado título de la MLS Cup.
Con tres partidos restantes en la temporada regular, el Inter Miami busca consolidar su posición de liderazgo, y Messi, quien ha anotado 15 goles en 16 apariciones, será fundamental en esa misión.