Según la leyenda, los gigantes tuertos que infundían miedo a los humanos alguna vez vagaron por la Tierra. Sorprendentemente, estos seres existieron, aunque como resultado de un experimento fallido de los Annunakis. Los Annunakis intentaron manipular el ADN del Homo habilis, con el objetivo de mejorar su tamaño, fuerza e inteligencia.
El resultado fue impresionante en cuanto a tamaño, ya que alcanzaban casi los tres metros de altura y tenían la fuerza física para levantar un caballo. Sin embargo, su desarrollo intelectual se quedó atrás.
Su nivel de avance era sólo ligeramente superior al de las sirenas. Vivían en pequeñas comunidades familiares y poseían herramientas muy primitivas. Si bien desarrollaron alguna forma de lenguaje, este era limitado y parecía ser el resultado del contacto con los humanos, en lugar de ser una creación original.
These Cyclops inhabited various regions, including parts of Africa, Europe, and areas along the Mexico-U.S. border in America. Evidence of their existence, dating back to 30,000 years ago, was found in caves. The last recorded mention of them can be traced back to the time of the Odyssey, during which the few remaining Cyclops on Easter Island likely inspired the legend of Polyphemus.
The only remnants of their culture that have endured are the giant sculptures found on Easter Island. They revered the Annunakis as gods and crafted these sculptures in their honor.
Sus prácticas funerarias implicaron entierros en el mar, y los últimos supervivientes de su raza partieron en rudimentarias canoas hacia el continente, aunque nunca llegaron a su destino previsto. Esto marcó la desaparición de los cíclopes del mundo y, como resultado, muy pocos de sus esqueletos han sobrevivido hasta los tiempos modernos.
De vez en cuando, los pescadores nativos han encontrado cráneos y huesos en el mar cerca de la Isla de Pascua, pero el mal estado de conservación y la vasta área que necesitaría ser explorada han hecho casi imposible conseguir financiación para una expedición científica en busca de más restos. .
