El esposo que lloró en el funeral… y luego confesó el crimen de Jennifer Alejandra Galdámez
En un giro escalofriante de los acontecimientos, Roger Enrique Lanza González, el esposo de Jennifer Alejandra Galdámez, quien fue encontrada sin vida en un auto abandonado en San Pedro Sula, ha confesado su crimen tras actuar como un viudo desconsolado durante el funeral de su esposa. La brutalidad del feminicidio ha sacudido a la comunidad hondureña, revelando la oscura realidad detrás de una relación que aparentaba ser perfecta.
Jennifer, de 31 años, fue hallada el 28 de noviembre de 2021, con signos evidentes de violencia. Su madre, Alba, había notado la tristeza de su hija semanas antes de su muerte, pero nunca imaginó que el hombre que debía amarla sería su verdugo. Roger, en un intento de desviar la atención, lloró en el funeral y se mostró como un esposo afligido, pero su repentina desaparición tras la ceremonia encendió las alarmas.
Las autoridades comenzaron a investigar y pronto descubrieron inconsistencias en su relato. Las pruebas forenses revelaron que Jennifer había sido asesinada horas antes de que él afirmara que había salido de casa. Con la presión de la comunidad y el clamor de justicia, Roger fue finalmente señalado como el principal sospechoso. Tras huir a España, regresó a Honduras en junio de 2023, donde se entregó a la policía, confesando su crimen.
El juicio culminó con una condena de 18 años y 9 meses, lo que ha dejado a la familia de Jennifer con una sensación de injusticia. La comunidad exige más, recordando que Jennifer merece ser recordada por el amor que dio y no por la violencia que sufrió. Su historia se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el feminicidio en Honduras, un grito que no cesará hasta que se haga justicia.