Luis Juez ha desatado una tormenta política al revelar la alarmante situación que enfrentan los senadores kirchneristas ante la gestión de Javier Milei. En un tenso debate, Juez criticó abiertamente las decisiones del gobierno, señalando que la eliminación de organismos clave como el INTA y el INTI podría tener consecuencias devastadoras para el sector agropecuario y la infraestructura del país. “No se puede cerrar el INTA sin que los productores del interior se sientan traicionados”, afirmó, enfatizando la necesidad de un enfoque más inteligente y cuidadoso en la administración pública.
La situación se complica aún más con la reciente destitución de Diego Español, un aliado cercano del presidente, en medio de un escándalo de corrupción que amenaza con arrastrar a la administración actual. Juez advierte que cualquier vínculo con la corrupción podría costarle caro al gobierno, subrayando la imperiosa necesidad de actuar con rapidez y firmeza. “Cualquier mácula de corrupción nos emparenta con lo peor de la política”, sentenció, instando al presidente a tomar medidas contundentes contra cualquier irregularidad.
La presión aumenta sobre el gobierno de Milei mientras los senadores kirchneristas intentan capitalizar la situación, acusando a la administración de incompetencia y falta de dirección. Juez, con un tono desafiante, dejó claro que el futuro del gobierno está en juego: “Si no se actúa con la energía y celeridad que se espera, el crédito se agotará”.
Este conflicto no solo refleja las tensiones internas dentro del gobierno, sino que también pone de manifiesto la fragilidad de la estabilidad política en Argentina. La marcha del león, como la ha llamado Juez, se intensifica, y el clamor por un cambio se vuelve cada vez más fuerte. La pregunta que queda en el aire es si el gobierno podrá superar esta crisis inminente o si caerá en el abismo del desprestigio y la corrupción.