¡ÚLTIMA HORA! La tensión entre Colombia y Ecuador alcanza niveles críticos tras las incendiarias declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien ha criticado abiertamente las políticas de seguridad de su vecino. En un giro inesperado, Petro ha señalado la política neoliberal como culpable de la crisis de seguridad en Ecuador, un país que enfrenta una grave ola de violencia, motines en cárceles y secuestros de policías. Esta intervención ha desatado un conflicto diplomático y ha puesto en alerta a la comunidad internacional.

El presidente ecuatoriano, Daniel Novoa, ha reaccionado con firmeza, declarando estado de excepción y anunciando la expulsión de extranjeros, incluidos colombianos, como parte de su estrategia para combatir la creciente criminalidad. La situación se ha vuelto insostenible, con grupos criminales desafiando al gobierno y la población sumida en el miedo.

Las críticas hacia Petro no se han hecho esperar. Muchos en Colombia argumentan que debería enfocarse en los problemas internos del país en lugar de interferir en los asuntos de Ecuador. La falta de una respuesta concreta a las crisis sociales y económicas en Colombia ha alimentado la percepción de que el presidente busca distracciones externas.

Mientras la crisis en Ecuador se intensifica, la comunidad internacional observa con atención. La pregunta que muchos se hacen es si Petro tiene la legitimidad para comentar sobre la situación de otro país mientras su propia nación enfrenta desafíos significativos. Las repercusiones de este conflicto diplomático podrían ser profundas, afectando las relaciones entre ambos países y la estabilidad en la región. ¡La situación es crítica y se desarrolla rápidamente!