**Títulos: Tarifas de Canadá y China paralizan la economía de EE. UU. en solo 20 días: ¿Qué sigue?**
En un giro inesperado y devastador, la economía de Estados Unidos se encuentra al borde del colapso tras la imposición de tarifas agresivas sobre el acero y el aluminio canadienses por parte de la administración Trump. En solo 20 días, el mercado de valores ha sufrido un desplome histórico, borrando casi 1.75 billones de dólares en valor. ¿Qué está sucediendo?
La reacción inmediata en Wall Street fue de pánico absoluto. El índice Dow Jones se desplomó 400 puntos en un solo día, mientras que el NASDAQ, que había mostrado un crecimiento constante, sufrió su peor caída en casi tres años. Inversionistas que antes eran optimistas ahora se enfrentan a un panorama sombrío, con la probabilidad de recesión aumentando del 15% al 20% según Goldman Sachs.
Las tarifas impuestas por Trump no solo han desestabilizado el mercado; han desatado una crisis de confianza en la economía estadounidense. Las empresas, que dependen del acero y aluminio canadienses, se ven forzadas a revisar sus proyecciones de ganancias, y los costos de producción se han disparado. La incertidumbre ha llevado a un parón en la contratación y a la cancelación de planes de expansión, poniendo en riesgo miles de empleos.
El impacto no se limita a Wall Street. Los fondos de pensiones y las cuentas de ahorro están siendo devastadas, dejando a millones de estadounidenses en una situación precaria. La confianza del consumidor está cayendo, y la demanda de viajes ha disminuido drásticamente, lo que podría afectar aún más el gasto en la economía.
Pero la situación podría empeorar. China, el mayor comprador de deuda estadounidense, podría amenazar con deshacerse de sus bonos del Tesoro, lo que dispararía las tasas de interés y aplastaría aún más la economía. Canadá, por su parte, ha advertido que responderá dólar por dólar a las tarifas estadounidenses, lo que podría resultar catastrófico para los agricultores y pequeñas empresas que dependen de ese mercado.
La economía de EE. UU. se encuentra en una encrucijada crítica. Sin un cambio drástico en las políticas económicas, el país podría estar al borde de una crisis económica aún más profunda. La pregunta ahora es: ¿hay alguna forma de evitar este desastre inminente?