🇷🇺🇦🇷 ESPÍAS RUSOS en ARGENTINA ⚫️ ¡La INCREÍBLE Historia de los DULTSEV!

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**¡ALERTA MUNDIAL! ESPÍAS RUSOS DESCUBIERTOS EN ARGENTINA: LA SORPRENDENTE HISTORIA DE LOS DULCEV**

En un giro impactante de los acontecimientos, las autoridades eslovenas han desmantelado una operación de espionaje ruso en Argentina, arrestando a una familia que, a simple vista, parecía ser una pareja común. Sin embargo, detrás de la fachada de Ludwiig Gish y María Rosa Mayer Muñoz, se esconden los verdaderos nombres de Ana Dulceva y Artium Dulcev, agentes del Servicio de Inteligencia Ruso con identidades falsas.

La detención, ocurrida en diciembre de 2022, reveló que esta familia había estado operando en Buenos Aires durante años, integrándose a la vida local con una historia cuidadosamente elaborada. La investigación comenzó cuando se encontraron miles de euros en efectivo ocultos en su congelador, lo que levantó sospechas y llevó a la policía a descubrir su verdadero trasfondo. Con pasaportes argentinos falsos y una vida aparentemente normal, lograron eludir el escrutinio durante más de una década.

Los Dulcev habían tejido una red de relaciones en Argentina, donde sus hijos nacieron y crecieron, sin que nadie sospechara que eran espías. Sin embargo, su objetivo no era solo vivir en el país sudamericano; su misión incluía el espionaje en áreas estratégicas, como el sector energético de Vaca Muerta.

El caso tomó un giro aún más dramático cuando, tras su arresto, se inició un complejo proceso diplomático que culminó en un intercambio de prisioneros en agosto de 2024, el más grande desde la Guerra Fría. Al regresar a Moscú, fueron recibidos como héroes por Vladimir Putin, quien incluso saludó a sus hijos en español.

Este escándalo pone de manifiesto la capacidad de Rusia para infiltrar y operar en el extranjero, dejando en evidencia que, a veces, la familia aparentemente normal que vive al lado puede ser parte de una intrincada red de espionaje. La historia de los Dulcev es un recordatorio escalofriante de que la realidad puede ser más extraña que la ficción.

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