Carlos Salinas de Gortari, el expresidente de México, ha hecho una sorprendente revelación a los 77 años: ha admitido lo que durante décadas fue solo un rumor en la sombra. La supuesta relación amorosa con la icónica actriz de telenovelas Adela Noriega, un escándalo que ha fascinado y dividido a la opinión pública, ha sido finalmente abordada por el propio Salinas, aunque de manera ambigua.

Desde los años 90, cuando Noriega estaba en el apogeo de su carrera, los rumores sobre su romance con Salinas no han hecho más que crecer. La historia se intensificó con la afirmación de que Noriega habría dado a luz a un niño, supuestamente el hijo secreto del exmandatario. Según el periodista Rafael Loret de Mola, este escándalo culminó en un enfrentamiento explosivo en el hospital inglés de la Ciudad de México entre Noriega y Cecilia Ocheli, la esposa de Salinas. Detalles de este altercado han sido objeto de intensas especulaciones durante años, pero hasta ahora, permanecían sin confirmación oficial.

La narración se vuelve aún más intrigante con la reciente aparición de un audio del 2007, en el que Cecilia Ocheli, ex primera dama, parece referirse a los rumores sobre la infidelidad de su esposo sin nombrar a Noriega, sugiriendo una aceptación tácita de los hechos. Esto ha llevado a muchos a cuestionar la veracidad de la negación constante de ambos involucrados.

Las redes sociales han estallado nuevamente, avivadas por rumores que vinculan a Peso Pluma, un joven cantante, como el posible hijo de esta relación secreta. A pesar de los intentos de desmentir tales afirmaciones, la especulación continúa, alimentando el interés por una historia que parece estar lejos de cerrarse.

La revelación de Salinas ha sacudido los cimientos de la política y el espectáculo en México, dejándonos con más preguntas que respuestas. ¿Estamos ante el desenlace de un drama que ha perdurado por más de tres décadas, o es solo el comienzo de un nuevo capítulo en una historia que nunca ha dejado de intrigarnos?