**Wilfrido Vargas, a sus 75 años, rompe su silencio sobre Rubby Pérez y su orquesta**

En un giro inesperado y emotivo, Wilfrido Vargas, el icónico maestro del merengue, ha hablado por primera vez sobre su tumultuosa relación con Rubby Pérez y los altibajos de su legendaria orquesta. En medio del luto que envuelve al mundo del merengue tras la muerte de Davi Pérez, Vargas ha desatado un torrente de recuerdos y confesiones que revelan la cruda realidad de una industria llena de éxitos, traiciones y rivalidades.

La revelación llega en un momento crítico, donde el nombre de Vargas resuena más que nunca tras un reciente incidente en el Jetset que lo ha colocado nuevamente en el ojo público. “Lo que van a escuchar hoy no es cualquier historia”, advierte el maestro, quien recuerda con nostalgia a los 28 cantantes que pasaron por su orquesta, cada uno con su propio relato de gloria y desilusión.

Desde la disciplina militar que imponía en el escenario hasta las traiciones desgarradoras, Vargas comparte cómo el talento crudo de artistas como Juancho Viloria, Peter Cruz y, por supuesto, Rubby Pérez, marcaron la historia del merengue. Con una voz potente y un carisma inigualable, Rubby se convirtió en una estrella, pero su salida de la orquesta dejó cicatrices que Vargas finalmente está dispuesto a explorar.

“Me molesté mucho y lo saqué”, confiesa Vargas sobre Pérez, una decisión que cambió el rumbo de ambos y que hoy, a la luz de las memorias, cobra un nuevo significado. En un mundo donde la fama y el éxito a menudo chocar con la vida personal, este relato revela el lado oscuro del espectáculo y la lucha constante por mantener la relevancia.

Las palabras de Wilfrido Vargas no solo son un eco del pasado, sino un grito de alerta para las nuevas generaciones de músicos que buscan forjar su camino en una industria tan gloriosa como despiadada. Con cada historia compartida, el maestro nos recuerda que detrás de cada éxito hay un sacrificio, y que el verdadero legado del merengue vive en las voces que han dejado una huella imborrable.