**Título: La economía estadounidense al borde del abismo: la bomba de relojería de Trump**
La economía de Estados Unidos se enfrenta a una crisis inminente que podría tener repercusiones globales, y el ex presidente Donald Trump está en el centro de esta tormenta perfecta. Con un déficit creciente que alcanzará los 1,9 trillones de dólares en 2025, la deuda nacional ha escalado a más de 36 trillones, y la presión está aumentando sobre el mercado de bonos, que se mantiene en niveles alarmantes, con el rendimiento del bono a 10 años rondando el 4,5%.
Larry Fink, CEO de BlackRock, ha encendido las alarmas al señalar que la deuda es el verdadero dolor de cabeza de los inversores. A pesar de que la inflación muestra signos de desaceleración, el consumo también está cayendo, lo que impide que la economía estadounidense alcance el crecimiento del 3% necesario para gestionar esta montaña de deuda. La situación se agrava con la incertidumbre de si Trump podrá mantener el crecimiento económico que prometió durante su mandato.
La guerra comercial con China y las tensiones internacionales han sido elementos que Trump ha utilizado para desviar la atención de este inminente colapso económico. Sin embargo, Fink advierte que si no se aborda la crisis de la deuda, el país podría estar caminando hacia un desastre financiero que eclipsaría la crisis de 2008.
Trump, sintiendo la presión, ha comenzado a presionar a la Reserva Federal para que baje las tasas de interés, argumentando que la economía está lista para florecer si se toman medidas inmediatas. Sin embargo, esta estrategia podría ser un último intento desesperado para evitar que el castillo de naipes que es la economía estadounidense se derrumbe.
Con el mundo observando, la pregunta que todos se hacen es: ¿podrá Trump desactivar esta bomba de relojería antes de que sea demasiado tarde? La respuesta podría definir el futuro económico no solo de Estados Unidos, sino del mundo entero.