**Título: La Guerra Más Joven y Mortal en el S.E. de DC: Langston Lane vs. Hartford Ave. Sangre en el Patio de Juegos**
Una ola de violencia juvenil ha estallado en el sureste de Washington D.C., dejando a la comunidad en estado de shock tras un fin de semana de tiroteos. Entre el viernes y el domingo, al menos cinco jóvenes fueron alcanzados por balas, un claro indicativo de una guerra silenciosa entre dos vecindarios: Langston Lane y Hartford Ave. Lo que comenzó como rivalidades cotidianas ha escalado en una tragedia que cobra vidas de adolescentes, como la de Cory Riggins Jr., quien fue asesinado a los 19 años.
La madre de Cory, Carla Lawson, describe a su hijo como una persona fuerte y generosa, pero el ciclo de la violencia lo atrapó. “Nunca pensé que mi hijo se convertiría en una estadística”, lamenta. En un contexto donde la lealtad y la traición son moneda corriente, la comunidad se pregunta: ¿qué ha llevado a la juventud a tomar las armas?
Testigos han hablado de un conflicto que se remonta a años atrás, donde viejas rencillas han dejado profundas cicatrices. El caso de un joven de 15 años, Stefan Braith, quien fue asesinado de múltiples disparos en 2019, resuena con el dolor de muchos. Las autoridades han advertido sobre un patrón alarmante: en el último mes, al menos 15 adolescentes han sido alcanzados por balas en la ciudad.
La violencia no solo ha dejado una estela de dolor, sino también un eco de desesperación en las comunidades afectadas. “¿Por qué matan a los niños?”, se pregunta un vecino, mientras la cinta de crimen rodea el lugar donde una vez hubo risas infantiles. La situación es crítica y alarmante: DC se acerca a un total de homicidios que podrían igualar los 160 del año pasado.
Mientras el juicio por el asesinato de Stefan Braith se aproxima, la comunidad espera respuestas y un cambio. La pregunta en el aire es clara: ¿cómo detener este ciclo de violencia que consume a la juventud de la ciudad? La urgencia de actuar nunca ha sido tan palpable.