Arturo Soto Rangel, un destacado actor de la época dorada del cine mexicano, se vio envuelto en un escándalo que lo llevó a la cárcel, un giro inesperado en su respetada carrera. Nacido en León, Guanajuato, el 12 de marzo de 1882, Soto Rangel es recordado por su participación en más de 260 películas, donde compartió pantalla con leyendas como Pedro Infante y María Félix. A pesar de su éxito, su vida personal estuvo marcada por controversias, especialmente su relación con el actor Arturo de Córdova.
En la década de 1940, Soto Rangel se convirtió en mentor de de Córdova, aconsejándole sobre la vida en el mundo del espectáculo. Sin embargo, su reputación se vio afectada por un incidente en una casa de apuestas clandestina donde, junto a Córdova y otros colegas, fue sorprendido en medio de una situación comprometedora. Aunque el escándalo fue considerado un error menor, la presión sobre Soto Rangel aumentó cuando se descubrió que había prestado su nombre para una propiedad ocupada por Ramón Gay, lo que derivó en problemas legales y financieros.
El episodio culminó trágicamente con la muerte de una mujer en una fiesta asociada al departamento, lo que llevó a su arresto en octubre de 1946. A pesar de las circunstancias, la reputación de Soto Rangel se mantuvo mayormente intacta, siendo visto como una anécdota divertida en lugar de un escándalo que definiera su carrera. Su legado como actor perdura, recordándose su versatilidad y dedicación, así como su capacidad para interpretar papeles que resonaran emocionalmente con el público.
Arturo Soto Rangel falleció el 25 de mayo de 1965, dejando un legado imborrable en la historia del cine mexicano. Su vida personal, aunque algo privada, revela a un hombre profundamente arraigado en su cultura y su amor por la actuación. A pesar de la fama, nunca perdió de vista lo más importante: su familia y su pasión por el arte.