Diana Ross, una de las figuras más emblemáticas de la música, ha dejado una huella indeleble en la cultura pop desde sus inicios en los años 60 con The Supremes. Con su potente voz, se convirtió en la vocalista principal de un grupo que rompió barreras raciales y conquistó al mundo con éxitos como “Baby Love” y “Stop! In the Name of Love”. Sin embargo, su trayectoria no ha estado exenta de controversias, desde los roces internos en el grupo hasta su relación con Michael Jackson, quien la consideraba una figura materna y, posteriormente, un amor platónico.
La carrera de Ross se consolidó en los años 70 cuando decidió lanzarse como solista, logrando grandes éxitos como “Ain’t No Mountain High Enough”. Su capacidad para adaptarse a los cambios en la industria musical se evidenció con su álbum “Diana”, que incluyó el himno LGBTQ “I’m Coming Out”. A pesar de la preocupación de sus ejecutivos sobre el impacto que tendría lanzar esta canción, se convirtió en un éxito rotundo y un símbolo de empoderamiento.
A lo largo de su vida, Ross enfrentó desafíos personales, incluyendo problemas con el alcohol y conflictos con sus excompañeras de The Supremes. A pesar de esto, su legado como artista ha perdurado, y en 2021 lanzó su primer álbum en 15 años. En 2024, celebró su cumpleaños número 80 con una gira que incluyó presentaciones en importantes ciudades de Estados Unidos.
Diana Ross no solo es recordada por su música, sino también por su influencia en artistas contemporáneos como Mariah Carey y Jennifer López. Su historia es una mezcla de éxito, amor, y la lucha constante por mantenerse relevante en una industria cambiante. A medida que avanza en su carrera, Ross continúa siendo un símbolo de resiliencia y poder en el mundo del entretenimiento.