La reciente tragedia en la discoteca Jets de República Dominicana ha dejado una profunda herida en el corazón de la nación, especialmente con la pérdida del renombrado cantante de merengue Ruby Pérez, conocido como “la voz más alta del merengue”. A medida que se realizan los funerales de las víctimas, la hija menor de Ruby, Ana Beatriz, ha enfrentado la difícil decisión de no asistir al funeral de su padre, una situación que refleja el dolor y la tristeza que ha marcado a su familia y a muchos dominicanos.
Fernando Soto, el manager de Ruby, compartió que la familia no esperaba que el artista falleciera tan pronto. Según él, el destino de Ruby no era el 7 de octubre, sino el 14 del mismo mes. Esta revelación ha añadido un matiz de incredulidad y desconsuelo a un evento ya trágico. Más de 221 personas han perdido la vida en esta catástrofe, y el impacto en la comunidad es incalculable.
Durante la emotiva despedida en el Teatro Nacional de Santo Domingo, las hijas de Ruby rindieron homenaje a su padre a través de la música. Sulinca, la hija mayor, interpretó una canción que le había cantado desde su infancia, mientras que Ana Beatriz, visiblemente afectada, eligió un tema que habían compartido hace solo unas semanas en su fiesta de quince años. La letra de la canción, que habla sobre el amor y la conexión eterna, resonó en el ambiente, reflejando la profunda tristeza y el amor que la familia siente por el artista.
La muerte de Ruby Pérez no solo ha dejado un vacío en su hogar, sino también en el corazón de sus seguidores y en el mundo del merengue. Este trágico suceso ha unido a la comunidad en un luto colectivo, recordando la grandeza de un artista que siempre será recordado por su talento y su legado musical.