Eulalio González, conocido como Piporro, dejó una revelación impactante que ha conmovido a los seguidores del cine mexicano: nunca asistió al funeral de su amigo y colega Pedro Infante. Esta confesión, realizada años después de la muerte de Infante, ha despertado curiosidad sobre la relación que ambos compartieron y los motivos detrás de su ausencia en un evento tan significativo.
Eulalio González nació el 16 de diciembre de 1921 en Nuevo León. Su carrera comenzó en la radio, donde rápidamente destacó por su carisma. Durante la década de 1940, conoció a Pedro Infante, quien aún no había alcanzado la fama que lo convertiría en una leyenda del cine. A pesar de sus trayectorias distintas, su conexión era profunda, cimentada en el respeto mutuo y la amistad. Piporro colaboró con Infante en múltiples producciones, incluyendo la exitosa radionovela “Ahí viene Martín Corona”, que marcó un hito en la historia de la radio mexicana.
La relación entre ambos trascendió lo profesional, y Piporro recordó con cariño cómo Infante lo recibió en su camerino con la misma calidez de siempre, incluso después de alcanzar la fama. Sin embargo, la confesión de Piporro sobre no haber estado presente en el funeral de Infante, quien falleció el 15 de abril de 1957, añade un matiz de misterio a su historia. Aclaró que llegó días después cuando el cortejo fúnebre ya había terminado, generando preguntas sobre los secretos que podrían haber existido entre ellos.
Este detalle resalta la complejidad de la amistad y las emociones que a menudo permanecen ocultas. A pesar de la ausencia física en un momento tan crucial, Piporro nunca dejó de honrar y respetar a Pedro Infante, un profesional ejemplar en la industria del entretenimiento. La historia de estos dos íconos del cine mexicano sigue siendo recordada y celebrada, con un legado que perdura en la cultura y el corazón de todos aquellos que crecieron con sus películas y canciones.