En un giro dramático de los acontecimientos, el expresidente Donald Trump anunció un ataque militar de Estados Unidos contra embarcaciones vinculadas al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Este ataque, que resultó en la destrucción de tres lanchas que supuestamente transportaban drogas, marca un escalofriante aumento en la confrontación entre ambos países.
Trump, en un mensaje en su red social Truth Social, declaró que el ejército estadounidense está decidido a erradicar el narcotráfico que amenaza la seguridad nacional de Estados Unidos. “Estos carteles del tráfico de drogas representan una amenaza para nuestros intereses vitales”, afirmó, mientras confirmaba que el ataque dejó tres muertos a bordo de las lanchas.
La Armada de Estados Unidos, desplegada en el Caribe, ha intensificado sus operaciones contra el narcotráfico proveniente de Venezuela, llevando a cabo un segundo ataque en menos de dos semanas. Las imágenes del momento de la explosión han desatado una ola de tensión, con Maduro denunciando la acción como una “agresión” y rompiendo cualquier comunicación con Washington.
Este conflicto se intensifica en un contexto donde las redes de narcotráfico, como el Cartel de los Soles y el Tren de Aragua, operan con impunidad, enviando drogas a Estados Unidos y, según Trump, incluso criminales desde las prisiones venezolanas. La situación ha llevado a Estados Unidos a considerar un “bloqueo” real de las costas venezolanas, una medida sin precedentes que podría cambiar el panorama de la lucha contra el narcotráfico en la región.
Mientras tanto, Maduro intenta mostrar unidad en su gobierno, aunque las tensiones internas crecen. La comunidad internacional observa con preocupación cómo este enfrentamiento podría escalar, mientras Trump se muestra firme en su compromiso de desmantelar el régimen de Maduro y sus operaciones ilícitas. La historia está lejos de terminar, y el mundo aguarda el próximo movimiento en este peligroso juego de poder.