**¿Fátima Florez fue infiel a Javier Miléi con Demichelis? La versión que desató la guerra mediática**
Una bomba informativa estalla en Argentina, sacudiendo los cimientos de la política, el fútbol y el espectáculo: Fátima Florez, reconocida humorista y actual pareja del presidente Javier Milei, es acusada de haber sido infiel con Martín de Michelis, el entrenador de River Plate. La revelación, hecha por Ángel Cesarín, ex asistente personal de Florez, ha desencadenado un torbellino mediático que amenaza con arrastrar a todos los involucrados.
Según Cesarín, el encuentro clandestino ocurrió hace casi un año en un departamento de Puerto Madero, mientras Fátima estaba en una relación con el presidente. “No me sorprende la separación de De Michelis, ya que Fátima tuvo un encuentro con él hace 10 u 11 meses”, afirmó, desatando una ola de especulaciones. La situación se intensificó cuando las redes sociales comenzaron a amplificar el escándalo, convirtiendo un rumor de farándula en un asunto de Estado.
Fátima, en respuesta, ha negado rotundamente las acusaciones, tildando a Cesarín de “sinvergüenza” y prometiendo acciones legales por calumnias e injurias. “Todo lo que dice este señor es mentira”, declaró, defendiendo tanto su honor como la legitimidad de su relación con Milei. Sin embargo, la controversia no se detiene ahí; Cesarín también insinuó que la relación entre Fátima y Milei podría ser un mero acuerdo estratégico, sin amor verdadero.
La opinión pública está dividida. Algunos defienden a Fátima, sugiriendo que se trata de una maniobra para desprestigiarla, mientras otros creen que hay más de lo que se dice. Los memes y chistes inundan las redes, mostrando cómo el escándalo ha capturado la atención de la nación.
A medida que la situación se desarrolla, la pregunta persiste: ¿es esta historia un simple rumor o el inicio de una guerra mediática que podría cambiar el rumbo del país? Con la credibilidad de Cesarín en entredicho y la falta de pruebas concretas, el futuro de esta saga sigue siendo incierto. En un país donde lo político, lo mediático y lo futbolístico se entrelazan, cualquier giro puede ser explosivo.