Una tragedia estremecedora sacude a Argentina: Alejandra Podestá, una actriz que brilló en el cine nacional, fue hallada muerta en su departamento en Buenos Aires, en un escenario de horror y violencia. La policía encontró su cuerpo en estado de descomposición, víctima de un brutal ataque con un arma punzo cortante y quemaduras en su torso, lo que sugiere un intento de ocultar el crimen.

La actriz, que había conquistado al público en los años 90, llevaba años lidiando con la soledad y la discriminación, lo que la llevó a buscar compañía a través de encuentros con hombres. La noche de su muerte, se cree que había concertado una cita con un “Taxi Boy”, un hombre que ofrece servicios 𝓈ℯ𝓍uales. La puerta de su hogar no había sido forzada, lo que indica que conocía a su atacante, quien, tras el asesinato, intentó deshacerse del cuerpo.

Los vecinos reportaron un olor nauseabundo que alertó a las autoridades, quienes, al ingresar, se encontraron con una escena desgarradora. La violencia del crimen ha dejado a la comunidad en shock, y la falta de respuestas ha generado un clamor por justicia. La investigación se ha estancado, y la identidad del asesino sigue siendo un misterio.

Alejandra, que había soñado con una vida plena, quedó atrapada en un ciclo de aislamiento y desesperación. Su historia se ha convertido en un recordatorio escalofriante de cómo la fama puede desvanecerse y dejar a las personas en el olvido. La pregunta que persiste es: ¿quién mató a Alejandra Podestá y por qué? Mientras la policía continúa su búsqueda, el eco de su trágica historia resuena en un país que aún no ha encontrado respuestas.